1. Prepara un CV detallado y bien organizado
Antes de pensar en cómo afrontaremos la entrevista, debemos ser considerados para el puesto. El éxito en esta instancia previa a la entrevista dependerá del CV con el que nos postulemos.
El CV no solo es el resumen de tus datos personales, tu experiencia laboral, tu historial académico y tus aptitudes; es también tu carta de presentación. Es el documento que forjará la primera impresión sobre ti en la mente del responsable de recursos humanos.
Esa primera impresión será determinada por la cantidad de detalles incluidos y la buena presentación y organización de tu CV. Debe ser visualmente atractivo, estar bien estructurado, abarcar datos relevantes y omitir lo que no sea sobresaliente. Asimismo, debe estar redactado sin errores ortográficos o gramaticales. Recuerda que los entrevistadores verán cientos de CV. Por ello, procura que el tuyo destaque.
2. Apariencia impecable y profesional
¿Lograste redactar un CV impecable y te llamaron para una entrevista? ¡Felicidades! Ahora es momento de pensar en cómo te presentarás en la empresa. Cómo presentarse a una entrevista de trabajo es una cuestión clave. Hacerlo bien puede evitar que te descarten con solo verte y sumarte puntos a favor.
Piensa por un momento que tú eres el entrevistador y te toca hablar con dos candidatos. Uno de ellos se presenta a la entrevista bien vestido, da una impresión de profesionalismo e impecabilidad que refleja sus aptitudes y compromiso. El otro se presenta desaliñado y vestido de forma inapropiada para el puesto. ¿Hacia cuál de los candidatos crees que se inclinaría la balanza? Aunque ambos sean buenos, la imagen juega un papel importante.
3. Practica tu discurso y tu postura
¿Qué voy a decir? ¿Cómo lo digo? ¿Cómo tengo que hablar? Esas preguntas pueden causar ansiedad o preocupación antes de una entrevista. Por eso debes prepararte muy bien. Busca que tu discurso y tu lenguaje corporal se destaquen.
Un consejo de gran utilidad sobre cómo tener una buena entrevista de trabajo es practicar antes de la entrevista. Pídele a un amigo que te ayude o practica en voz alta frente al espejo. Decir las cosas que piensas en voz alta siempre es útil.
Tu postura también es fundamental. Siéntate derecho, proyecta seguridad. No te cruces de brazos ni te muestres cabizbajo. Además de tu postura, trabaja tu tono de voz y la velocidad con la que hablas. Muéstrate sereno y natural. Sonríe y demuéstrales a los entrevistadores que te entusiasma mucho la propuesta laboral y haz que eso se note. Tener una buena entrevista de trabajo dependerá de la naturalidad con que te desenvuelvas.
4. Acompaña tus palabras con gestos y movimientos
Practica tu lenguaje corporal y ensaya tus gestos y movimientos. Sé consciente de cómo te proyectas mientras hablas. Al igual que el lenguaje verbal, el cuerpo expresa múltiples connotaciones. Tus gestos expresan y delatan tu sentir. Ellos son complementos de tus palabras. Por ello, tu discurso debe concordar con tu cuerpo.
Practica tus respuestas frente al espejo, imagina que estás frente al entrevistador y obsérvate. Podrás ver de primera mano tus errores y fortalezas con la vista. Muéstrate expresivo en tus gestos sin exagerar, proyectando entusiasmo no solo con las palabras sino con tu mirada, con una sonrisa y con una gestualidad enérgica. Que tus gestos denoten que no hay nadie con mejor disposición o mayores ganas que tú para el puesto.
5. Investiga qué hace la empresa que te entrevista
Entre los consejos más importantes para una entrevista de trabajo, se destaca conocer qué hace la empresa. Es probable que el entrevistador te hable un poco sobre la empresa, su historia, su visión y objetivos comerciales. Sin embargo, conocer de antemano esta información y sacarla a relucir en la conversación denota interés.
No esperes las típicas preguntas como “¿Por qué te interesa trabajar en la empresa?” o “¿Qué te llamó la atención y que crees poder aportar?”. Tú estarás por delante de eso si respondes de acuerdo con lo que hayas investigado. Antes de acudir a la entrevista, piensa con calma esas respuestas. Por qué te interesa la vacante y qué puedes aportarle a la empresa. El entrevistador apreciará tu vínculo.
6. Investiga qué tipo de preguntas suelen hacer en entrevistas
Ya sea que eres un novato o que ya tengas una trayectoria, no des por sentado nada. Repasar qué tipo de preguntas pueden hacerte es vital. Esto te permite anticiparte a cualquier obstáculo e ir preparando respuestas convincentes, acertadas y pertinentes sin la presión propia de la entrevista.
Medita muy bien tus respuestas. Piensa de qué forma plantearlas. Trata de ver la intención detrás de la pregunta. La honestidad es muy importante, pero también lo es el saber responder sin que esa honestidad te perjudique.
Al tener una idea del tipo de preguntas a las que tendrás que hacer frente, puedes anticipar distintos escenarios. Sin embargo, es fundamental que tus respuestas no suenen ya estudiadas. Por lo tanto, haz que todo fluya y que se dé en el momento. Deberás expresarte de forma natural y espontánea.
7. Cuida mucho tu lenguaje
La forma en la que hablamos y nuestro vocabulario dejan ver nuestra forma de pensar y de ser. Por ello, cuidar el lenguaje en la entrevista es clave. Se debe emplear un lenguaje formal y acorde con el puesto. El lenguaje técnico también es importante si el puesto lo requiere. Sin embargo, la formalidad es imprescindible para cualquier posición.
Por otro lado, debes cuidarte de pecar de un exceso de tecnicismos y de hablar de una forma demasiado ornamentada. La claridad en la expresión y en el habla, el vocabulario técnico y la formalidad pueden y deben ir de la mano. Usa tu discurso para convencer. Deja ver tus cualidades y no intentes sorprender con palabras rebuscadas o raras. Usa tu propio modo de hablar, pero bien encaminado al éxito de tu futuro trabajo.
8. Llega algunos minutos antes, pero no demasiado
La puntualidad es un hábito que habla muy bien de ti, así que planifica tu ruta tomando en cuenta posibles imprevistos. Calcula el tiempo que te tomará llegar al lugar y no salgas con el tiempo justo.
Sin embargo, no debes llegar con mucha antelación. ¿Por qué? Pues esto denota impaciencia o nerviosismo. Si llegas con mucha antelación, espera en los alrededores hasta que falten unos minutos para la hora pautada. Si llegas tarde, procura avisar en la medida de lo posible y disculparte y explicar la demora apenas te presentes.
9. Sé claro, conciso y seguro con tus respuestas
El equilibrio en tu discurso lo es todo. Si tus respuestas son muy tajantes y breves, el entrevistador no podrá conocer mucho sobre ti. Si te extiendes demasiado, corres el riesgo de perder la atención en el tema. Todo esto abruma a otras personas, así que ten mucho cuidado con lo que dices y haces. Trata de responder solo a lo que te preguntan. Esto lleva a calibrar qué preguntas requieren mayor nivel de detalle en las respuestas, pues una entrevista no es un cuestionario.
Ten siempre en cuenta la pregunta y cuál es el dato que el otro te pide. Ten esto como punto de referencia para dar una respuesta acertada y satisfactoria.
10. Intenta ser lo más honesto posible
En uno de los consejos para entrevista de trabajo anteriores hablamos de la honestidad. No trates de engañar a nadie. Puede salir muy mal decir que tienes competencias que en realidad no posees. Se puede hacer evidente y evitará que consigas el puesto.