Preparar la entrevista de trabajo: qué tener en cuenta
Una buena preparación no solo te servirá para convencer más tarde a tu interlocutor, sino también como una oportunidad para investigar ampliamente a la empresa con el fin de asegurarte de que el puesto realmente satisface tus expectativas. Lo ideal es hacerlo antes de enviar la solicitud, pero antes de la entrevista también es útil hacer una revisión más profunda. Si decides que no es el puesto que quieres, puedes rechazar la invitación de la empresa y concentrar tu tiempo y energía en ofertas o solicitudes que en tu opinión sí valgan la pena.
Si aceptas la invitación, ganarás confianza si te preparas a fondo. No solo porque, como en los exámenes importantes, una buena preparación ayuda a no perder los nervios, sino también porque, en última instancia, preparar bien una entrevista siempre conlleva un cierto aprendizaje, ya que se conoce mejor el sector, las compañías que trabajan en ella y los requisitos actuales del trabajo
Infórmate sobre el sector y la empresa
Cuando se busca trabajo suelen enviarse muchas solicitudes casi a la vez, de modo que se hace difícil investigar a fondo todos los detalles que tienen que ver con el puesto anunciado y la empresa. Pero si se recibe una respuesta positiva, incluyendo una invitación a una entrevista, no debes tardar en buscar información sobre la empresa. Guíate por este tipo de preguntas:
- ¿Qué hace la empresa? ¿Por qué me interesa? ¿Está bien posicionada en su sector?
- ¿Cómo funciona la industria en la que opera la empresa? ¿Tengo experiencia en las áreas de trabajo de la empresa?
- ¿Cuáles son las tareas típicas del puesto de trabajo que estoy solicitando? ¿Encajo bien en el perfil de trabajo? ¿Qué experiencia laboral y conocimientos previos me cualifican para el trabajo?
Ten presente por qué te interesa este puesto
En casi todas las entrevistas se repite una pregunta: “¿Por qué te interesa este trabajo?”. Más que un mero interés financiero, lo ideal sería señalar interés en el empleo y en la propia empresa. Pero la cuestión del interés no es solo una herramienta muy utilizada por los gestores de personal y los reclutadores para conocer mejor la motivación del candidato. Con ella también se pueden comprobar las propias expectativas. Después de todo, el trabajo debería ser de tu agrado. Por ello, intenta responder a las siguientes preguntas antes de la entrevista:
- ¿Por qué me interesa este trabajo?
- ¿Qué me motivó a presentarme como candidato para este trabajo?
- ¿Qué espero del entorno de trabajo?
- ¿Qué espero de mi empleador?
- ¿Por qué creo que mis habilidades podrían beneficiar a la empresa?
Por medio de estas preguntas, los responsables de la toma de decisiones en la empresa aspiran a determinar si los candidatos están realmente interesados en el trabajo o en el salario, sobre todo en el caso de solicitantes de los que se sospecha que han tenido conocimiento del trabajo a través de alguna persona. A la mínima duda sobre tu interés, el entrevistador descartará tu solicitud. Por otro lado, y siempre y cuando se esté en situación de poder elegir, tampoco es saludable mentirse a uno mismo y mostrar interés en un trabajo que realmente no se quiere hacer. Concéntrate en aquellas compañías que realmente te interesan.