COMPETENCIAS LABORALES

Las competencias laborales son todos aquellos conocimientos, aptitudes y habilidades laborales que posea un individuo para cubrir competentemente un determinado puesto de trabajo. La competencia laboral incluye tener los conocimientos y las herramientas necesarias para poder realizar el trabajo, pero también la capacidad para llevarlo a cabo a pesar de las dificultades o contratiempos que puedan surgir.

Las habilidades laborales, en los últimos años, han comenzado a ocupar un lugar de privilegio al momento de la selección de personal. Para las organizaciones es de suma importancia que los trabajadores posean formación profesional y aptitud para llevar adelante las tareas de manera exitosa, por tal motivo la elección del personal se realiza de una manera muy minuciosa, evaluando los puntos fuertes y débiles de cada candidato y teniendo como objetivo encontrar el mejor talento humano para la empresa.

Las competencias laborales se dividen en 3 grandes grupos:

  • Competencias laborales básicas: a su vez se clasifican en competencias personales y competencias sociales y son aquellas capacidades que se adquieren al haber cursado una educación obligatoria. Incluye en el caso de competencias personales las conductas educativas y en caso de competencias sociales las conductas básicas para con el prójimo.

  • Competencias laborales genéricas: se denomina así a las habilidades y aptitudes que exceden la profesión y pueden ponerse en práctica en distintos puestos laborales. Si bien es posible prescindir de ellas para cubrir un puesto laboral, las competencias laborales genéricas son muy apreciadas porque permiten un mejor desempeño en las actividades, otorgando beneficios extras a la organización contratante.

  • Competencias laborales específicas: son aquellas habilidades y aptitudes necesarias e imprescindibles para realizar un trabajo.

Hoy en día, las habilidades más valoradas por las organizaciones son:

Poseer iniciativa: las personas con iniciativas y proactivas, suelen comprometerse con la organización ya sea resolviendo los problemas que puedan surgir durante las actividades laborales, desarrollando proyectos o involucrándose en las tareas a realizar, lo cual es un gran beneficio para la empresa.

Tener sentido de la responsabilidad: un trabajador que sea puntual, responsable de sus actos y su trabajo, es muy valorado por las organizaciones al momento de seleccionar al personal.

Tener poder de decisión: una persona capaz de tomar decisiones acertadas rápidamente, puede afrontar los retos del día a día de una manera eficiente.

Saber trabajar en equipo: trabajar conjuntamente para lograr un objetivo promueve relaciones interpersonales generando un buen ambiente laboral. El trabajo en equipo, donde se vuelcan diferentes maneras de encarar un proyecto, suele arrojar resultados exitosos.

Facilidad para adaptarse a los cambios: salir de la zona de confort y adaptarse a los cambios es la mejor manera de desarrollarse y crecer profesionalmente.

 

La importancia de las competencias laborales - Revista Consultoría

 

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